Pepe y Bolin coming

Llegaban la frescura, la fuerza, el ingenio, la alegría... ¡Llegaban Pepe y Bolinches! Después de diez días 'pateando' tanto los clásicos encuadres como los rincones que más personalidad aportan a Londres, mi hermano y Bolinches -hermano en adopción, podríamos decir- llegaban a Birmingham a pasar unos días 'en familia y de relax'.
Sentados en un banco junto al TKMax me los encontré el viernes 5 hacia las 15'30... En realidad habíamos coincidido hacía nueve días en Londres pero ver y abrazar a mi broda siempre te reconforta. Estaba entusiasmada de poder enseñarles la ciudad ¡más fea de Inglaterra! Parece irónico pero es totalmente sincero porque con ellos Birmingham se ha llenado de buenos recuerdos que me han cambiado un poco la visión de algunos lugares. Sí, sigo pensando que el territorio brummie es un deprimente saco lleno de hermosos momentos para el recuerdo al lado de toda nuestra gente que nos ha visitado.
Volviendo a New Street, los chicos llegaron reventados y con ganas de comida casera. Una paradita de rigor en Tesco para abastecer la nevera de alimento (básicamente pintas de Fosters) ¡y a casa! Pepe cocinó mientras yo ponía la lavadora y Bolin ofrecía una agradable conversación... A las 17.30 comiendo señores, comida española a la hora de la cena inglesa. ¡Vivan los días libres!
Esa noche celebramos el cumple de Sabina. Pepe se quedó en casa para hablar con Mar y Bolin, Dani y una servidora nos fuimos de fiesta con Sabina, Raquel, Rosi, otro Dani y Andrea, the lovely Karen's sister. De primero: buffet chino; de segundo: copas en la Figura del Ocho; y de postre: bailoteos en Walkabout. Una noche genial.
Al día siguiente fuimos a pasear por Birmingham, no sin antes comer una clasic burger en Trocadero y acabar en el Canalside, donde perdí de vista (nunca mejor dicho) mis queridas gafas negras. "Pobrecitas, tanto que hemos vivido juntas", -pensé. Supongo que quisieron desaparecer discretamente antes de ser relegadas por la operación que dentro de cinco semanas a estas horas ya me habré hecho. Estén donde estén, espero que estén bien. ¡Me dio pena perderlas! De hecho, aún tengo la esperanza de recuperarlas, y no sería la primera vez.
El domingo fuimos a hacer un tesco-picnic al parque de Marston Green junto a la pista del aeropuerto. Me encanta ese lugar. Sentados los cuatro en un banco, dippeando hoummous con zanahorias y viendo los aviones despegar y aterrizar pasamos un rato agustísimo. Cuando los 5ºC nos amenazaban con dejarnos tiesos, anduvimos por el parque, donde los cuervos se citaron con las gaviotas, hasta llegar a la granja del parque. Un mar de olores donde vimos a nuestros amigos los caballos, los ciervos, las ovejas, las vacas, la cerda mayor y sus cerditos, los gallos, los patos... me quedo con el recibimiento de los caballos y el saludo de los cochinill@s. Al volver fuimos juntos al supermercado chino que tanto le gusta a Dani: ¡esa noche cenamos Nooddles!

Tras un finde feliz y contenta, llegó el lunes... de nuevo al cole. Pero volver por la tarde y saber que iba a ver a 'los chicos' me cambiaba el día. Una gran motivación y recompensa tras la jornada laboral. Un gran placer verlos en casa cuando llegaba de ¿enseñar, vigilar, cuidar, perseguir, luchar? o acudir con una gran sonrisa al pub donde estaban tomándose un café/una pinta con Dani (que libró el martes) y Sabina, para ir con ellos al universo Poundland y continuar después la ruta de los pubs.
El miércoles quedamos en la estación. Un chocolate caliente previo a la despedida dio para mucho, pero sobre todo para que Pepe me dijera que había ganado el concurso de Coolway en la categoría de spot. ¡Enhorabuena artista! Me alegro muchísimo. Una marea de pasajeros corriendo hacia el vagón correcto difuminó la despedida. Casi mejor así: un abrazo rápido y un beso fuerte, un gracias por venir y una mirada de ¡cuánto te quiero! Bolin iba sentado dos asientos atrás, igual de apretado, cansado y sonriente. La buena compañía se echa de menos y te deja un sabor en el corazón que guardas contigo para siempre. Me encantáis 'chicos'. Nos vemos muy pronto... y siempre.