Visita de Rebe

El 17 de marzo volamos Rebe y yo a Birmingham. Ella iba, yo volvía. Por delante teníamos 4 intensos días en los que anduvimos... anduvimos... anduvimos.... y ¡reímos! Esta entrada dedicada a la visita de Mi Vida llega tarde pero no por ello con menos sentimiento. Justo hoy, un día en el que tanto la he necesitado. El primer día lo dedicamos a Birmingham. Con una tarde había más que suficiente para ver los canales, las cuatro calles bonitas del centro, mi barrio, mi academia, la catedral y por supuesto... subirse al toro del Bullring como hicieron las madres. Al día siguiente, madrugón, megabus, 9.15 de la mañana, plantaditas en London city. Pateamos toda la mañana el centro y de ahí nos fuimos a comer a Candem. Eran las 15.30 y estábamos agotadas en una tetería del mítico mercadillo... Ya habíamos visto lo principal... ¡y aún nos quedaban 6 horas en la ciudad! ¿Qué hacer? Ir de compras. Rebe se compró en Candem todo lo que no pudo comprarse en nuestra primera visita juntas. Además, todo le quedaba tan bien, tenía que comprárselo. Al día siguiente, de nuevo, megabus a Oxford. Esta ciudad me encanta y la prefiero antes que Londres. A Rebe le encantó. Visitamos el college de Harry Potter, paseamos por sus antiquísimas calles, el mercado cubierto, y comimos jacked potatos. Empezó a llover. Pero yo quería enseñarle a Rebe otro collegue muy bonito... así que "toda la calle p'abajo" que nos fuimos, chopándonos, y caminando en vano, pues el edificio que buscaba estaba como 15 minutos antes. Rebe sabe cómo sacarme una sonrisa hasta en las situaciones más tensas... un dibujito en la ventana del autobús y arreglado! jajajaja El cuarto y último día lo pasamos de relax en Birmingham: fuimos al mercado, al Poundland, al Primax... Es decir, clásico día cultural inglés. "¿Qué dices, que quieres comerte dos gofres la última noche?" Hala, ¡a jalar! jejejeje La visita de Rebe me dio las fuerzas necesarias para afrontar mi primer día de trabajo en el instituto... algo demasiado duro que todavía estaba por llegar... y que ya os contaré más adelante. Rebe, gracias por venir, por hacerme reír, por no cansarte de levantarme. Te quiero CAMPEONA.