domingo, 17 de julio de 2011

Nunca digas nunca más

No, porque igual que a finales de enero de 2010 salía corriendo de alegría de la casa de la niña que cuidé durante mis primeros meses en Birmingham, volví en abril de 2011. Y para mi sorpresa, ¡contenta! Feliz de tener cosas que hacer, de seguir practicando inglés y de ganar el dinero que necesitaba para regalarle a Julián y a Daniela su regalo de la Comunión: unos vuelos para venir a verme con su madre en agosto.

La pobre niña, mucho más alta, seguía teniendo piojos. Pero ya sabía dónde iba y con quién estaba así que me lo tomaba con mucha más filosofía. Y así me di cuenta de que cuando se es positivo, la vida es positiva. Me llevaba muy bien con Sohini, nos reíamos y nos teníamos cariño, e incluso me preocupaba de que llevara la ropa limpia al cole y de quitarle los piojos (límitada siempre por la falta de tiempo y forma de ser de la madre).

Combiné este trabajo con el de 'controladora de exámenes' en el colegio público de Birmingham Harborne Academy. Afortunadamente no tuve más que vigilar que nadie copiara durante la sesión final de exámenes de la educación secundaria obligatoria, que en Inglaterra se lleva a cabo como si fuera un 'selectivo' español. Este centro tiene fama en la comunidad educativa de la ciudad por tener un elevado número de alumnos conflictivos. Y se notaba. Los andares, los modales, la actitud de la mayoría dejaba mucho que desear. Recuerdo un enano que escribió a modo de graffiti y ocupando todo el folio del examen: I know nothing about P.E. (Educación Física, la parte teórica), seguido del dibujo de una bomba a punto de consumir su mecha. A mí me causó repulsión pero me sorprendió que hubiera algún profesor que le riera la gracia.

Otra anécdota que me conmovió fue una alumna que me preguntó por el significado de una palabra del anunciado de una pregunta del examen de Inglés. Le respondí: 'I am really sorry but I can't help you. As this an English exam, you should know the meaning of that word'. 'But I am not English', me respondió rompiéndome el corazón al imaginarme la dura juventud que tendría que haber pasado en el extranjero y en aquel colegio. O quizá no. Pero a mí me cautivó y sin dudarlo me salté las normas y le dije la respuesta ;-D.

Terminé justo antes de irme a Valencia el 18 de junio donde pasé 10 días felicísimos y que os contaré en el siguiente post.

Pero para terminar con las novedades laborales, a mi vuelta de Valencia he terminado en el cole y con Sohini y he encontrado un part-time en EAT donde he cumplido mi ilusión de la infancia de ser cajera. Qué de vueltas da la vida. Estos días en EAT, además de terminar con el cuerpo lleno de agujetas (o ya no me acordaba lo duro que era trabajar en hostelería o que con 20 años tienes mucha más energía), sonreía yo sola de recordarme en la cocina de casa de mis padres con 10 años más o menos y pidiéndole a mi madre que me dejara jugar a las cajeras antes de guardar la compra en la despensa. Depués también he querido autobusera de la EMT. ¿Me tocará hacer ese trabajo alguna vez?

Conclusión: ¡alegría! y a disfrutar de la vida inglesa que cuanto menos me lo espere se me acaba. Mientras, seguiré con mi trabajito donde practicar inglés, preparándome el CAE de Inglés, estudiando mi master en Community Manager y, sobre todo, buscando trabajo de periodista.

1 comentario:

  1. Eres una Crack, por eso te quiero y te apoyaré siempre. Eres grande

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